Sabemos que la miniaturización de los procesadores es cada vez más difícil, no en vano con la llegada de los 28 nm muchos analistas predijeron la muerte de la famosa ley de Moore que dice que aproximadamente cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador. Intel no se salva y tras los retrasos en sus nodos de 14 nm y 10 nm sabemos que el proceso de 7 nm no se libra y ha sido retrasado hasta 2022, dos años más tarde de lo previsto inicialmente.
Intel anuncia un retraso de 2 años en sus procesadores a 7 nm
Recordemos que en 2017 llegarán los procesadores Intel Cannonlake, los primeros fabricados en 10 nm Tri-Gate, tres años más tarde, en 2020, estaba prevista la llegada de sus primeros chips fabricados en 7 nm pero finalmente tendremos que esperar hasta cinco años para ver el siguiente salto en el proceso de fabricación del gigante de los semiconductores.
Con esto queda más que claro una vez más que el ciclo tick-tock de Intel ha pasado a mejor vida después de muchos años presente, recordemos que esta estrategía consistía en cambiar de proceso de fabricación cada dos años con un cambio de microarquitectura de por medio. Así pues está claro que vamos a tener varias generaciones de procesadores fabricados en 10 nm Tri-Gate para suceder a Cannonlake.
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Los procesadores Cannonlake serán sucedidos por una nueva generación 10nm+ y después éstos serán sucedidos a su vez por una nueva generación 10nm++ que llegaría en 2020, momento en el cual estaban previstos inicialmente los primeros chips a 7 nm.
Fuente: fudzilla