Microsoft sigue empeñada en forzar a los usuarios a actualizar al nuevo Windows 10, algo que no le hace mucha gracia a los muchos que prefieren seguir con versiones anteriores como Windows 7 o Windows 8.1. La última ocurrencia de los de Redmond es limitar el soporte de Intel Kaby Lake y AMD Zen al susodicho Windows 10.
Así los usuarios que adquieran un nuevo equipo con Intel Kaby Lake y AMD Zen no tendrán otra que pasarse a Windows 10 si quieren disfrutar de soporte para sus nuevos procesadores, las nuevas APUs AMD Bristol Ridge basadas en Excavator tampoco se salvan. Recordemos que hace unos meses se anunció una medida muy similar con los procesadores Intel Skylake, aunque finalmente tuvieron que recular ante la avalancha de críticas de los usuarios.
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La gran pregunta es que sucedería en caso de querer usar estas CPUs con otra versión de Windows, las posibilidades incluyen un rendimiento mermado además de problemas de seguridad y además se dice que algunas aplicaciones podrían dejar de funcionar al detectar algunas de las características incorporadas en los chips bajo un sistema operativo no soportado oficialmente.
Por supuesto que esto solo afecta a Windows y otros sistemas operativos como Linux o Mac no se verán afectados gozando de pleno soporte para ntel Kaby Lake y AMD Zen.
¿Qué te parece la medida adoptada por Microsoft para forzar el uso de Windows 10?
Fuente: pcgamer
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