Microsoft va en serio con la Xbox Scorpio, su nueva videoconsola que llegará en 2017 para suceder a la Xbox One e intentar volver a ponerse por delante de su gran rival Sony. La Xbox One no ha tenido tan buen acogida como la PS4 de Sony principalmente por la mayor potencia ofrecida por esta última, a ello se suma que la consola de Microsoft salió a la venta junto que Kinect y un precio de 500$, superior a los 400$ que costaba la PS4 de inicio. Un panorama que no tiene nada que ver con el de la Xbox 360 que se consagró como la mejor videoconsola de la pasada generación gracias a una arquitectura más eficiente y fácil de programar que la PS3.
Microsoft ha aprendido la lección y quiere hacer de la Xbox Scorpio la mejor videoconsola jamás creada, para ello va a recurrir a una GPU AMD Polaris fabricada en 14 nm y con una potencia muy notable de 6 TFLOPs, lo que supondrá cinco veces más potencia que la actual Xbox One.
Una GPU tan potente ha de ir acompañada de una CPU a la altura, las consolas actuales se basan en la eficiente pero poco potente arquitectura Jaguar de AMD. Estos núcleos son a todas luces insuficientes para sostener una GPU como la de Xbox Scorpio por lo que su chip dará un importante salto adelante al adoptar la prometedora arquitectura Zen.
Xbox Scorpio tendrá nada menos que ocho núcleos AMD Zen con tecnología SMT y capacidad para manejar hasta 16 hilos, lo que unido a su GPU Polaris da una potencia combinada de 10 TFLOPs y potencia suficiente para correr los juegos a resolución 4K y realidad virtual, sobretodo con una buena optimización. La GPU y la CPU compartirán una misma interfaz de memoria capaz de ofrecer un ancho de banda de 320 GB/s.
Si todo esto se cumple la Xbox Scorpio será una gran consola sin ninguna duda.
Fuente: techpowerup
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