Uno de los grandes enemigos a la hora de construir un sistema fanless es el calor generado por los diferentes componentes, muy difícil de disipar sin el uso de ventiladores, lo que obliga a usar procesadores de muy bajo consumo. Por suerte llega el Alpine M1, un disipador pasivo, que nos ayudará a colocar el listón un poco más alto.
El Alpine M1 está diseñado para ser instalado en un socket LGA 1151 de Intel y tiene capacidad para disipar hasta 48W de calor, una cifra notable para una unidad de estas características y que nos permitirá instalar un procesador Core i3, Pentium, Celeron e incluso una versión de bajo consumo de Core i5.
Su diseño es muy simple y se basa en un radiador de aletas de aluminio con una gran superficie de intercambio del calor, sus dimensiones son de 95 mm x 95 mm x 69 mm y tiene un peso de 508 gramos. Incluye pasta térmica preaplicada.
PVP: 13 euros
Fuente: nextpowerup