ASUS lleva un tiempo queriendo competir en el mercado de los proyectores, y en esta ocasión nos centramos en el ASUS P3B. Uno de sus últimos modelos en salir al mercado y que hace uso de la tecnología LED que tanto se está imponiendo también en este tipo de productos con las ventajas e inconvenientes que esto acarrea.
Agradecemos la confianza a Asus por la cesión del producto para su análisis:
El Asus P3B viene protegido en una caja de cartón de color blanco. En la portada nos encontramos una imagen a todo color del proyector, mientras que en la parte trasera todas las características técnicas más importantes.
Una vez abrimos la caja nos encontramos en su interior:
A primera vista, cabe destacar del Asus P3B algo de lo que ya se venía hablando. Su reducido tamaño, y es que casi se puede abarcar con la mano. En esencia su tamaño es similar al de una caja de CD. Si a esto le sumamos que su peso ronda solo los 750g, nos encontramos ante un compañero ideal para trasladar de un lado para otro. Sin embargo, esto no quiere decir que el susodicho aparato ofrezca poco. Todo lo contrario.
El proyector dispone de múltiples conexiones como se puede apreciar en la parte trasera donde nos encontramos una entrada HDMI/MHL, una entrada VGA para conectar un PC, un puerto USB 2.0, un lector de tarjetas MicroSD, un puerto microUSB para acceder al almacenamiento interno, la entrada de corriente y, aunque parezca sorprendente, un puerto de salida USB para cargar cualquier dispositivo.
Esto es posible gracias a la batería interna de 12000mAh que posee el proyector. Una opción que es posible usar con el Asus P3B encendido o apagado, en este segundo caso haría falta pulsar un botón también situado en la parte trasera. Esta batería brinda una autonomía estimada de 2 horas y medias de encendido total.
En la parte superior hallamos una rueda sobre la lente para ajustar la nitidez de la pantalla y 12 botones físicos entre los que se encuentra el encendido/apagado y diversos ajustes de tamaño de pantalla, brillo, volumen, etc Quizás su uso puede confundir un poco al principio, pero sin duda es un gran acierto tenerlo disponibles si no está cerca el mando y el hecho de que no sean táctiles, quizás le resta elegancia pero suma puntos de facilidad de uso.
Cabe destacar de la parte frontal que el proyector incluya una tapa para tapar la lente sujeta a la carcasa. De la parte inferior del aparato destacamos tanto su pata de cabra de dos niveles, y que aplaudimos por su sencillez y utilidad, como también es destacable una delgada línea de goma que hará que no se deslice el proyector. También en esta parte encontramos como suele ser normal un tornillo para el montaje de un trípode.
Como es normal en los proyectores que hacen uso de la tecnología LED, el tiempo de encendido es de tan solo unos segundos y el tiempo de enfriamiento no es un impedimento para hacer un nuevo uso del proyector si se requiere. En esto aspectos, no hay variación con respecto a otros proyectores LED. En lo que ASUS ha hecho hincapié con este producto es en el tamaño de pantalla proyectada con tan solo escasos metros de disparo.
Situando el proyector a 1 metro desde el lugar al que deseemos proyectar, obtenemos una pantalla de 60 pulgadas. Sin embargo, si lo colocamos a 3,5 metros, la pantalla que conseguimos es de unas increíbles 200 pulgadas. Son unas medidas bastantes sorprendes y útiles si se dispone de una habitación o sala no muy amplia, o si se desea colocar en un lugar más cercano pero disponiendo del mayor tamaño posible de pantalla.
En otros apartados, el proyector no destaca tanto. En este aspecto podemos destacar por ejemplo los 800 lúmenes de brillo que posee, y que pese a ser mejor que el de modelos anteriores o de otras compañías no alcanza el nivel de otros proyectores LED de gama alta, no digamos ya a los proyectores de lámpara. ASUS defiende que es el mayor brillo que ha conseguido hasta ahora en sus modelos, y ciertamente para el tamaño que posee, no se puede pedir hoy por hoy mucho más.
En entorno sin luz o con escasa iluminación, la calidad de visionado y colores es óptima. Aunque en cuanto al color, la calidad podría ser mejor y es un aspecto que deben mejorar para el siguiente modelo.
En entornos con mayor iluminación, el visionado se hace más difícil y en ocasiones es difícil apreciar la imagen, por lo que no es una opción recomendable para esas situaciones.
Otro de los aspectos en los que cojea el Asus P3B es en su resolución nativa de 1280×800. Una resolución más que suficiente para negocios y presentaciones. Se echa en falta una resolución máxima de 1080p que hubiera dado lugar a un producto mucho más apetecible en cuanto a su uso como reproductor multimedia. En el caso de querer ver alguna película y no ser del todo quisquilloso, los 720p del Asus P3B darán un resultado bastante decente.
El Asus P3B dispone también de corrección trapezoidal automática, lo que siempre es de agradecer y hará que la imagen se visualice correctamente sin importar el ángulo en que se coloque.
La tecnología SonicMaster de ASUS que ya hemos visto en ordenadores realiza en este caso una buena función con el sonido, aportando un potencia y calidad suficientes para cualquier habitación pequeña o mediana y nos hemos notado distorsión o artefactos durante su reproducción.
El Asus P3B es una opción perfecta para presentaciones con un tamaño reducido y sus prestaciones aportan un plus para su uso diario. Otro de sus puntos fuertes es que es fácil de transportar y dispone de multitud de opciones de conectividad. Su punto más débil es en cuanto a contenido multimedia si se desea una gran calidad, pues es algo que en ese aspecto no satisface del todo.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + DISEÑO COMPACTO. | – NO TIENE RESOLUCIÓN FULL HD |
| + OFRECE UNA IMAGEN DE HASTA 200″. | |
| + VARIEDAD DE CONEXIONES. | |
| + CONEXIONES. | |
| + INCORPORA BATERÍA DE HASTA 2 HORAS Y MEDIA DE AUTONOMÍA. |
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