Como ya sabemos, la tecnología sigue avanzando y no se detiene. Un nuevo implante promete ser capaz de interrumpir temporalmente el flujo de espermatozoides en el hombre. Con esto, el resultado sería parecido a una vasectomía que puede ser controlada. Pero sin ningún tipo de intervención quirúrgica de por medio. Todo a través de la tecnología.
Esta grandiosa y original idea, que por cierto, ya era necesaria, proviene de un alemán llamado Clemens Bimek. En varias entrevistas concedidas afirmó que viene pensando en cómo desarrollar este implante desde hace 20 años. Fue mientras estaba viendo en su casa un documental sobre los métodos anticonceptivos que la idea vino a su mente. Y a partir de allí, no se detuvo pensando cómo desarrollarla y que llegara a las personas.
De manera simple, el implante es como una válvula que permite el flujo de espermatozoides o no. Bimek pasó a invertir en el proyecto después de ver que no había una patente registrando un método similar de la anticoncepción masculina. Y fue una de las mejores ideas de los últimos años.
Bimek es, por profesión, un carpintero. Esto trajo algunos problemas a él. Muchos de los médicos que ha buscado no lo tomaron en serio. Pero otros le han alentado a continuar y le ayudaron con sus conocimientos. Esto fue lo que reveló en una entrevista.
La válvula no sólo fue desarrollada, sino que también entrará en fase de pruebas a finales de este año, con lo que puede llegar al mercado en pocos meses. La válvula será implantada en 25 hombres. El nombre del producto es Bimek SLV.
De acuerdo con el propio desarrollador, las válvulas son pequeñas, con menos de 2,5 cm y un peso de menos de tres gramos.
Con una cirugía sencilla, de media hora, la válvula se implementa en los vasos deferentes y el camino por donde los espermatozoides pasan. La válvula puede ser accionada por debajo de la piel del escroto.
Algunos médicos afirman que el implante puede ser una opción razonable a la vasectomía. De acuerdo con un médico que participó en la cirugía para colocar el implante en Bimek (el único en ya tener la válvula), un tercio de los pacientes que realizan una vasectomía hacen otra cirugía para volver posteriormente.
Otros, sin embargo, son resistentes a la idea. Las preocupaciones van de posibles problemas de salud derivados del implante, hasta el mal funcionamiento de la válvula. Pero nada está confirmado aún.