Samsung 950 Pro Review (SSD M.2 NVMe PCIe)

Samsung nos muestra una presentación adecuada para el Samsung 950 Pro, con una caja bien protegida y un folleto con información técnica básica y de garantía, que en este modelo en concreto son 5 años. La parte trasera contiene el marketing habitual, informándonos que se trata de un disco con memoria V-NAND y siguiendo la especificación NVMe.

El factor de forma del Samsung 950 Pro es elegante, con PCB en color negro y un formato relativamente reducido (2280) que lo hace un disco excelente para montar en portátiles que cuenten con esta interfaz. El consumo sigue la línea de otros dicos NVMe, con valores mucho menores que cualquier mecánico, aunque algo elevado en comparación con otros SSDs SATA modernos. En concreto hablamos de unos 6W en carga.

El disco cuenta con los componentes más avanzados de los que dispone Samsung. Destacan la controladora UBX (un procesador ARM Cortex-R4 con 3 núcleos, 8 canales funcionando a 500mhz, que ya hemos visto en otros discos Samsung M.2),  512MB de memoria RAM LPDDR3 y memoria V-NAND de 32 capas. Gracias a estas impresionantes especificaciones se trata de un disco rapidísimo, con 1.5GB/s de velocidad de lectura, 2.5GB/s de escritura, y más de 110K/300K IOPS de escritura/lectura en condiciones ideales.

Deberemos instalar el driver NVMe que proporciona Samsung para su modelo Samsung 950 Pro, ya que el que incluye Windows 8/8.1 por defecto solo proporciona una funcionalidad básica, e incluso el rendimiento del disco se resiente bastante, además de que es probable que no podamos actualizar el firmware y revisar el resto de parámetros con el software del SSD, del que hablaremos a continuación.

Software

El software encargado de dar soporte y actualizar el firmware del Samsung 950 Pro vuelve a ser el Samsung Magician, bastante conocido y reputado. La versión actual soporta toda la serie 950 y nos permite ver todos los parámetros relevantes, además de comprobar el rendimiento y activar el modo RAPID (usar la memoria RAM como caché). La función de optimización automática para el SO aún no está soportada, pero al tratarse de un disco NVMe los ajustes más relevantes ya están correctos nada más instalar el driver. 

Equipo de pruebas y rendimiento

BANCO DE PRUEBAS
Procesador:	Intel i7-5820K
Placa Base:	Asus Rampage V Extreme X99.
Memoria:	16 GB DDR4 G.Skills Ripjaws V.
Disipador	Refrigeración líquida Custom.
Disco Duro	Samsung 950 Pro 512 GB.
Tarjeta Gráfica	Gigabyte GTX 980 Ti
Fuente de Alimentación	EVGA 750W G2

Para las pruebas utilizaremos la controladora nativa del chipset X99 en una placa de alto rendimiento: Asus X99 Rampage V Extreme. Nuestras pruebas se van a realizar con el siguiente software de rendimiento.

• Crystal Disk Mark.
• AS SSD Benchmark 1.7.4
• ATTO Disk Benchmark

Los resultados son excelentes, como cabe esperar de un disco de estas características que además no tiene como restricción las relativamente bajas velocidades de la interfaz SATA3. El rendimiento es consistente, llegando hasta los 1500MiB/s en escritura y hasta los 2500MiB/s en lectura. Notamos el tiempo de acceso especialmente bajo del que nos informa el benchmark AS.

En la captura final de ATTO se observa una pequeña caída de rendimiento en las velocidades más altas, probablemente debido al thermal throtling de este disco, ya que no cuenta con disipador y ha sido el último benchmark de nuestra pila de pruebas, un escenario bastante exigente y para nada realista. Hemos repetido la prueba solo unos segundos después con los tamaños de bloque más altos (de 512 a 8192KB) obteniendo de nuevo los resultados máximos.

Se ha especulado bastante con estos problemas de temperatura, concluyendo que en un uso realista, por mucho que instalemos y movamos datos, no se van a dar. Además, incluso en el peor estado, seguimos en velocidades por encima del doble de lo que pueden dar los mejor discos SATA3. Para los usuarios más exigentes, ya se empiezan a ver adaptadores para discos M.2 con disipador propio, pero nosotros no lo vemos necesario.

Palabras finales y conclusión

En muchas ocasiones, especialmente en el mercado de los SSDs, es complicado tomar una decisión, ya que hay gran cantidad de alternativas, todas ellas muy similares entre sí en rendimiento y en precio, en muchos casos montando prácticamente los mismos componentes. Si no lo hacen, muchas veces mejorar un aspecto implica empeorar otro, ya que cada controladora tiene sus particularidades y para colmo están limitados por la interfaz SATA3, que empieza a ser un serio limitante para las velocidades secuenciales de un SSD moderno.

En este caso, la decisión está mucho más clara: el Samsung 950 Pro es el SSD más rápido disponible para el mercado de consumo sin discusión. Además, a pesar de que notamos su alto precio como una pega, vemos que sigue siendo bastante más asequible que uno de sus principales competidores, el intel 750, también con interfaz M.2 y NVMe, así que tiene ganados prácticamente todos los frentes.

¿Cuál es la pega entonces? Que cuando estamos tratando con discos tan rápidos como los SSD SATA que tenemos a día de hoy, es difícil notar mejoría, por mucho que mejoren los resultados en benchmarks. Así pues, apenas hemos ganado 1 segundo de tiempo de arranque frente al Samsung 850 EVO que teníamos anteriormente en el equipo de pruebas. Es difícil justificar pagar más del doble por cada GB de almacenamiento cuando rara vez lo vamos a notar en uso real. Si llega a existir una versión económica, con memoria TLC, un «950 EVO», es probable que sea una opción mucho más suculenta. Hasta entonces, solo para los entusiastas que quieran lo mejor.