El día de hoy os traemos una review diferente, acerca de una pasta térmica que aunque veterana, la Gelid GC Extreme, que sigue siendo un referente a la altura de las más populares pastas térmicas del mercado, idóneas para tratar de obtener las menores temperaturas por el bien de nuestros componentes, máximo overclock, o el trabajo que desempeñemos.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS GELID GC EXTREME | |
Densidad | 3,73 |
Contenido (gr) | 3.5 |
Conductividad (w/mk) | 8.5 |
Viscosidad | 85000 |
Precio | 8,99€ |
Como veníamos diciendo, ésta veterana pasta se destaca por carecer de conductividad eléctrica, así como no ser corrosiva ni tóxica y «amistosa» con el medio ambiente, de forma y densidad similar a la conocida Arctic MX-4 asi como su aplique.
Viene con una práctica espátula de plástico reutilizable para aplicar nuestra pasta y dejar el menor rastro posible al rededor de lo que no queremos que cubra. Dejamos unas imágenes y vemos la composición y como debe ser un correcto acabado.
Como íbamos diciendo, el tubo contiene aproximadamente la cantidad suficiente para dar aplique a unos 3 a 5 equipos, es decir, gráficas o procesadores dependiendo de su tamaño a cubrir, siempre es mejor pecar de poco que de mucho, ya que al colocar nuestro disipador no nos interesa que mucha cantidad quede por fuera del mismo, llevando el calor a donde no queremos.
Basta con hacer una capa muy fina, y tirando al centro, dejando los bordes sin prácticamente contenido para que al colocar nuestro disipador, éste reparta la pasta de forma uniforme y sobresalga la pasta lo menos posible. Eso es lo que nos interesa, un fino contacto entre disipador y componente.
Para nuestras pruebas, hemos empleado una tarjeta gráfica R9 390 de Gigabyte, que podéis ver su review en nuestra página web, cuya tarjeta funciona a una fercuencia de 1025Mhz para la GPU, y la compararemos con la que trae de fábrica y otra gran pasta que es la Prolimatech PK-2 de densidad y aplique similares.
Hemos preparado dos pruebas, la primera que constará de un «long idle» o lo que viene a ser lo mismo, reposo prolongado para ver nuestras temperaturas más bajas en nuestro escritorio, y la segunda para terminar, con el programa de Msi, el Kombustor, para determinar su temperatura más alta en un tiempo de 600 segundos, simulando así una temperatura constante, y de larga duración.
BANCO DE PRUEBAS | |
Procesador: | i5-4690k. |
Placa Base: | Asus Z97M-Plus. |
Memoria: | Geil Evo Potenza @ 2666Mhz. |
Disipador | Be Quiet Dark Rock 3. |
Disco Duro | Trascend M.» MT800 256Gb. Sata interface. |
Tarjeta Gráficas | Gigabyte R9 390 G1 Gaming 1025/1500Mhz. OC 1090/1640Mhz. |
Fuente de Alimentación | Corsair CS550M 550W. |
Tal y como vemos, ambas pastas se comportan de forma excelente mejorando ya de por si una buena pasta que trae de la casa. Las temperaturas en reposo apenas hubo cambios, ya que es una cifra de por si difícil de mejorar, logró obtener un grado de mejora respecto a la PK-2 y la de serie.
Las cosas cambian en nuestra prueba preparada, mejorando las temperaturas de forma considerable para tratarse de una tarjeta gráfica nueva pero de alta temperatura, bajando de los 77ºC de serie, a unos fantásticos 73ºC. No solo fue la temperatura final sino que el tiempo para llegar a ella, se aumentó considerablemente, por tanto para grandes ratos de juego o trabajo, resulta una serie candidata para mejorar nuestras temperaturas, pulir ese overclock que se nos quedó a medias para nuestra líquida o aire, o reemplazar la vieja pasta de nuestra gráfica o procesador.
Por todo ello, nuestro equipo de Profesional Review le otorga la medalla de oro.
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