Con la llegada de los procesadores Skylake tenemos ya seis generaciones de Intel Core entre nosotros con lo que resulta interesante observar la evolución que se ha producido a lo largo de los años para ver si compensa dar el salto desde una plataforma «antigua» a una más actualizada o si por el contrario la inversión económica no compensa la escalada en prestaciones
Con este fin los chicos de eurogamer han realizado una batería de pruebas a los procesadores Core i7 6700K, Core i7 4790K, Core i7 3770K y Core i7 2600K para evaluar la mejora en rendimiento entre las últimas generaciones de procesadores de Intel.
Comparativa a frecuencias stock
En primer lugar comparan los procesadores a su frecuencia Stock junto a una tarjeta gráfica Nvidia GeForce GTX Titan X para ver las diferencias entre los cuatro chips en un total de nueve videojuegos actuales a una resolución Full HD 1080p.
Tal como podemos observar, la mejora de rendimiento más grande con los procesadores a velocidad stock se produce en los juegos GTA V y Far Cry 4 en los cuales el paso de un Core i7 2600K (Sandy Bridge) a un Core i7 6700K (Skylake) supone un incremento de rendimiento de un 37% y un 43% respectivamente. Unas cifras abultadas pero quizás no todo lo que deberían para procesadores con cuatro años de diferencia, recordemos que Sandy Bridge llegó al mercado en 2011.
Sin embargo no todo son buenas noticias, también observamos juegos en los que la mejora es igual a un 15% o incluso inferior y lo más desalentador es que esta situación se da en seis juegos de un total de nueve.
Comparativa con overclock a 4,4 GHz
Las mejoras en rendimiento observadas en la prueba anterior se deben a dos factores, uno de ellos es el rendimiento por MHz de cada procesador (IPC) y el otro factor es la propia frecuencia de funcionamiento de cada procesador que recordemos puede ser alterada en los cuatro modelos comparados al tener el multiplicador desbloqueado (K-series).
Con el objetivo de poder observar las mejoras en la arquitectura y por tanto el rendimiento por cada MHz, se ha aplicado un overclock hasta 4,4 GHz en los cuatro procesadores para eliminar la variable de la diferencia de frecuencia de funcionamiento.
Tras igualar las frecuencias de funcionamiento de los cuatro procesadores vemos como las diferencias de rendimiento se reducen siendo la máxima de un 32% cuando antes era de un 43%.
Conclusión
Tal como se ha demostrado un procesador Core i7 2600K Sandy Bridge del año 2011 sigue siendo perfectamente valido para mover los videojuegos actuales junto a una GeForce GTX Titan X, una de las tarjetas gráficas más potentes del mercado si no la que más. En caso de utilizar una tarjeta gráfica inferior las diferencias serán incluso más pequeñas por lo que antes de actualizar el procesador deberías plantearte el cambio de tarjeta gráfica, te dará un mayor salto de rendimiento en la mayoría de videojuegos que si actualizas el procesador manteniendo la tarjeta gráfica.
Nota: Vídeo y datos sacados desde DigitalFoundry.