MSI R9 380 Gaming Review

Pero, ¿es suficiente con eso para ganar nuestra recomendación? Veámoslo.

Características técnicas

MSI R9 380 GAMING 2G

La caja es idéntica a la que ya pudimos ver en la 980Ti, idénticos colores, distribución… solo cambia, como es evidente, el nombre de la gráfica. De nuevo negro y blanco como colores principales con detalles en rojo.

De nuevo un diseño familiar en la parte posterior. Destaca como adelantábamos un ventilador con control híbrido que sea para cuando la gráfica no está trabajando duro. De nuevo, contamos con leds en el logo de MSI, configurables.

En el caso de los accesorios empiezan las diferencias, se va notando que estamos en una gama algo más modesta. Se incluye un adaptador de DVI a VGA, CD con drivers «de emergencia» hasta que podamos bajar los más actualizados, guía rápida y no mucho más.

El diseño de nuevo repite el esquema de toda la serie, en rojo y negro como veíamos en la 980 y en la 980Ti. Lineas agresivas, bonitas y bastante efectivas a la hora de enfríar nuestra GPU con mínimo ruido.

Un detalle muy sorprendente es que, incluso en una gráfica de 230€, no han olvidado el backplate, por lo que ganamos en refrigeración para los componentes casi siempre olvidados del PCB, en rigidez y por qué no decirlo, en estética, de nuevo con el dragón de MSI serigrafiado.

En este caso repetimos con 3 ajustes de frecuencia:

• 1000 MHz (OC Mode) + RAM a 5800 mhz (efectivo)
• 980 MHz (Gaming Mode)
• 970 MHz (Silent Mode)

Así como me gustó la inclusión de estos perfiles en la 980Ti, en este caso veo al menos uno de ellos totalmente superfluo. El OC mode me parece hasta cierto punto justificable, por el pequeño empujón a la GPU y a la RAM para arañar unos puntos en los benchmarks, pero… ¿dedicar un perfil para subir solo 10mhz el reloj de la GPU? Difícilmente se va a notar eso por sí solo, diría que podríamos prescindir del Gaming Mode por completo.

El resto de sus características son las esperables para cualquier 380, con 2 GB de memoria RAM GDDR5 en el modelo analizado (existe otro de 4GB unos 30€ más caro), bus de memoria de 256 bits, una velocidad de la memoria a 5800 Mhz (efectivo), soporte Crossfirex sin puente y TDP de 190W.

En otro recuerdo más de las gráficas de gama más alta de la serie vemos un disipador con heatpipes de aluminio y aletas de alumino, y dos ventiladores sobre el conjunto. En este caso es bastante más justificable la ausencia de aluminio en el disipador por el coste y gama del producto, aunque sin duda hubiera sido una grata sorpresa.

En este caso, a diferencia de nVidia que ya había presentados modelos con ventiladores que paran por completo, se trata de la primera GPU AMD que analizamos con esta característica. Sorprende ver que la propia AMD no aprovechara las mejoras de consumo introducidas en sus GPUs Antigua PRO para hacer esto anteriormente, aunque probablemente con el disipador blower de referencia la disipación pasiva no sería suficiente como con uno de tamaño moderado como el que monta MSI. Repetimos con el nombre Zero Frozr para el control híbrido, que para por completo el ventilador mientras la gráfica no tenga carga o tenga muy poca, por ejemplo en el escritorio o reproduciendo una película, y lo arranca cuando es necesario.

La gráfica es muy silenciosa, la veremos arrancar en la mayoría de juegos, pero a un nivel de RPM muy bajo, que solo subirá hasta niveles audibles en el caso de benchmarks y juegos exigentes.

La alimentación corre a cargo de dos conectores pciexpress de 6 pines, garantizándonos una alimentación estable y suficiente para el consumo de esta GPU

Es curioso como en un detalle tan importante como las conexiones esta gráfica muestra una distribución que, en mi opinión, muchos usuarios verán menos avanzada pero a la vez más conveniente que la presente en la Fury X. Contamos un conector Displayport 1.2, un HDMI 1.4a, un DVI-D y un DVI-I con posibilidad de conexión a VGA mediante adaptador. Una pena que no incluya un segundo displayport, hubiera pasado esta sección con un sobresaliente.

Banco de pruebas y tests de rendimiento

Utilizaremos los 3 típicos benchmarks de juegos para evaluar el rendimiento de esta gráfica. Notamos que todas las contendientes son gráficas que pasan (o pasaron) los 600€ de lanzamiento, por lo que no debemos ver un último lugar como un resultado en ningún caso malo.  Nos limitaremos a testear la GPU con el ajuste de overclock que trae de fábrica, bastante comedido en GPU y en memoria, pero suficiente para subir unos pocos FPS.

El rendimiento en 3DMark es muy respetable, con 7851 puntos acercándose al 75% de lo que obtiene una 780Ti. Las ligeras mejoras en frecuencia también le permiten mejorar ligeramente los resultados de la R9 285 en este mismo test.

En Metro: Last Light la gráfica se atraganta ligeramente, con una media de poco más de 30fps que la deja en un lugar mejorable respecto al resto, con poco más de la mitad del rendimiento de la 780Ti. Un motor no demasiado favorable para la nueva AMD, deberemos bajar los filtros y el teselado para tener los 60fps, aunque debemos decir que en esta situación la gráfica se defiende bastante bien, aun con la calidad de texturas en el punto más alto.En este caso tenemos una ronda de buenas noticias para hacer frente al resultado de Metro, con unos FPS medios que pasan los 60fps y mínimos que no bajan de 50, todo ello con TressFX activado en el nivel más alto. Bajando simplemente el AF tenemos 60fps estables y una experiencia perfectamente fluida a 1080p.

Palabras finales y conclusión

Los resultados de esta gráfica son los esperados, teniendo en cuenta que la GPU Antigua es simplemente un rebranding de la ya conocida Tonga, que en su día ya pecaba ligeramente de continuista.

Los resultados no son para nada malos, con una gráfica que puede mover todos los juegos a 1080p con solvencia, bajando algún ajuste en los más exigentes, aunque a la vista de nuestros benchmarks no sobra demasiada potencia, por lo que incluso aunque optemos por el modelo de 4GB necesitaremos un poco más si queremos jugar a 1440p.

Sin embargo, por 230€ poco más se puede pedir, es una gráfica algo superior a su principal rival, la gtx960, a cambio eso sí de un consumo bastante superior. El bus de 256bits es una pérdida desde la 280X, frente a la que también pierde shaders, pero gana en frecuencias para igualar la ecuación.

El problema es que ya llevamos dos generaciones de gráficas muy similares entre sí, y de reediciones con otro nombre. Serán muy pocos los usuarios que, en el rango de precios de esta GPU, no hayan optado ya por comprar una 7900/R9 280 anteriormente. Para los que no, es una gráfica muy interesante.

El equipo de profesional review le otorga la medalla de oro