AMD ha aprovechado la última actualización de 3DMark y su nueva herramienta “API Overhead feature test” para someter su hardware al nuevo test y mostrar los excelentes resultados obtenidos con la nueva API de Microsoft.
En primer lugar ha mostrado la enorme diferencia de rendimiento que esxiste entre el anticuado DirectX 11 y el nuevo DirectX 12, para ello se han servido de una Radeon R9 290X obteniendo un incremento de un 1547% en el número de Draw Calls y de una modesta Radeon R7 260X que ha mostrado una mejora de un 953%, una cifra más discreta pero que no deja de ser muy grande.
También han usado una de sus APUs en el nuevo test de 3DMark, concretamente se han servido del modelo más poderoso del que disponen, el A10 7850K de la familia Kaveri, que ha pasado de 556.638 Draw calls en DirectX 11 a una cifra de 3.406. 327 Draw Calls bajo la API DirectX 12, una mejora de un 510% con un hardware muy discreto como el que supone una APU.
Por último nos muestran la excelente escalabilidad de sus procesadores FX bajo la nueva API DirectX 12 viendo una incremento lineal del numero de Draw Calls hasta los seis núcleos, a partir de ahí ya no se incrementa el rendimiento. Una situación muy diferente a la que observamos con DirectX 11 ya que en este caso no se observa incremento en el rendimiento más allá de los dos núcleos.
Sin duda DirectX 12 promete mucho pero falta lo más importante, que todas estas mejoras se trasladen a los videojuegos que hagan uso de la nueva API de Microsoft y que de verdad veamos una mejora sobre DirectX 11, algo que desgraciadamente nadie puede asegurar.
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